Aunque la edad no es requisito definitorio, en la mayoría de los casos el síndrome de Diógenes aparece en personas ancianas, en las que se produce un paulatino deterioro del seguimiento de los usos y costumbres sociales, principalmente de la alimentación y la higiene, que va a ir en detrimento de la calidad de vida de la persona, debido a un aislamiento social continuado, un trastorno mental concomitante, o un componente hereditario. Entre los síntomas más característicos del síndrome de Diógenes destacan:
- Aislamiento social: alejándose del contacto con los demás, y manteniendo las relaciones mínimas necesarias para adquirir los objetos o la comida que precisa para sobrevivir.
- Abandono progresivo de la higiene personal: lo que le va a llevar de verse aseado a exhibir una apariencia muy descuidada, sobre todo en fases avanzadas.
- Deterioro físico: apariencia descuidada y pérdida de peso, debido a que abandona la regularidad en el comer y, cuando lo hace, come cualquier alimento.
- Acciones fuera de normas sociales: realizan acciones sin atender al convencionalismo social y sin cuestionarse si su actitud es correcta o no, siempre y cuando consigan aquello que quieren o necesitan.
- Pensamientos intrusivos: tienden a pensar de que le llegará una época de crisis y pobreza, lo que le induce a acumular todo aquello que cree que va a necesitar cuando llegue ese momento.
- Acumulación: esta puede ser de dinero, u otros objetos que a juicio de los demás son desperdicios, pero que para esta persona son “preciados tesoros” que debe acumular y custodiar.
Escrito por Dr. Juan Moisés de la Serna, Doctor en Psicología