Las caídas no “sólo suceden”, la gente no cae por haberse hecho mayor. Muchas veces, más de una causa subyacente o factor de riesgo están involucrados en una caída. Un factor de riesgo es cualquier cosa que aumente la probabilidad de riesgo de una persona o su susceptibilidad a un problema médico o a una enfermedad.
Es un hecho de que a medida de que aumentan los factores de riesgo, las personas mayores cada vez están más expuestas a sufrir una caída. Muchas caídas están relacionadas con la condición física de una persona o con un problema médico, como puede ser una enfermedad crónica. Otras causas de caídas podrían estar relacionadas con peligros de seguridad en el hogar de la persona o de sus entornos fuera de casa.
Factores de riesgo
A continuación les presentamos los factores de riesgo más comunes que se vinculan con las caídas en los adultos mayores:
La debilidad muscular, especialmente en las piernas, es uno de los factores de riesgo más importantes. Las personas mayores con músculos débiles son más propensos a caer que aquellos que mantienen su fuerza muscular, flexibilidad y resistencia. Recomendamos realizar ejercicio regular en un entrenador elíptico o en una bicicleta estacionaria para aumentar la fuerza de las piernas.
El equilibrio y la marcha – el caminar – son otros factores clave. Los adultos mayores que tienen problemas de equilibrio o dificultad para caminar tienen más probabilidades de caer. Estos problemas pueden estar relacionados con la falta de ejercicio o con una causa neurológica, artritis u otras condiciones médicas y sus tratamientos.
El cambio brusco en la posición corporal (al levantarse de estar recostado o sentado) causa una caída en la presión arterial y puede aumentar la probabilidad de caer. Esta condición, llamada hipotensión postural, podría ser el resultado de la deshidratación o de ciertos medicamentos. También puede estar relacionado con la diabetes, con condiciones neurológicas (como la enfermedad de Parkinson) o con una infección.
La pérdida paulatina de los reflejos. Por lo general a las personas mayores les toma más tiempo reaccionar para recuperar su balance si comienzan a caer.
El uso de calzado inseguro pueden aumentar la probabilidad de caer. Los zapatos sin respaldo trasero, zapatos de tacón alto y zapatos con suelas de cuero lisas son ejemplos de calzado inseguro que podrían causar una caída.
Los problemas sensoriales también pueden causar caídas. Las personas mayores cuyos sentidos se encuentran deteriorados son menos conscientes de su entorno. Por ejemplo, al tener entumecimiento en sus pies no percibirán bien dónde están pisando.
La confusión momentánea a veces puede conducir a caídas. Por ejemplo, si el adulto mayor se despierta en un entorno desconocido, es posible que la confusión genere angustia, estrés y agitación. Lo anterior podría provocar una respuesta tardía de las piernas al levantarse e intentar caminar. Recomendamos esperar a que su mente se aclare o bien ayudarlo antes de intentar levantarse y caminar.
Algunos medicamentos aumentan el riesgo de caer porque causan efectos secundarios como mareos o confusión. Los problemas de salud por los cuáles la persona toma los medicamentos también pueden contribuir al riesgo de caídas.
Cuanto más medicamentos se tomen, más probabilidades hay de caer. Las personas que toman cuatro o más medicamentos tienen un mayor riesgo de caer que las personas que toman menos fármacos. Es importante consultar con un médico si los medicamentos tomados pueden estar causando mareos o inestabilidad.
La mayoría de las caídas suceden en casa
Aunque las caídas pueden ocurrir en cualquier lugar, más de la mitad de todas las caídas suceden en casa. Las caídas ocurren a menudo mientras la persona mayor está haciendo sus actividades de la vida diaria. Algunas de estas caídas son causadas por factores en el entorno cotidiano de la persona, como por ejemplo un piso liso o una escalera poco iluminada. Asegúrese de que las escaleras tengan pasamanos y buena iluminación. Los interruptores de luz en la parte superior e inferior pueden ayudar, también es buena idea añadir una tira de color contrastante en el escalón inferior para que el adulto mayor tenga mejor visibilidad al bajar. Otra medida de soporte importante es colocar barras de agarre en la regadera y en el baño.
El foco de atención para los familiares debe estar en prevenir o reducir el número de caídas futuras, lesiones y complicaciones relacionadas con la misma, manteniendo de forma simultánea la funcionalidad e independencia del adulto mayor. Es importante les enseñemos a nuestros seres cómo reaccionar si se caen y no pueden levantarse. Recomendamos tengan a la mano el contacto de miembros de la familia o amigos, un teléfono al que se pueda llegar desde el piso, una alarma remota o un dispositivo de respuesta de emergencia.
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noviembre 22, 2016actividades instrumentales de la vida diaria, caídas