El sábado 21 de julio, Jorge Olivares Castro (84) decidió que debía terminar con la desesperanza en la que se encontraban. Ese día, le disparó a su esposa Elsa Ayala (89), tras 55 años de matrimonio y luego se quitó la vida.
La misma situación se ha repetido en los últimos años. Los casos de suicido en adultos mayores se han disparado en el último tiempo. De hecho, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas, entre 2010 y 2015, un total de 935 personas mayores de 70 años se suicidó en Chile.
Los últimos casos noticiosos han puesto sobre la mesa una realidad tan oscura como invisible: los mayores de 80 años registran la tasa más alta de suicidios en el país, con 17,7 suicidios por cada 100 mil habitantes, seguidos por el grupo de entre 70 y 79, consignó La Tercera.
Un estudio de la Fundación Míranos, realizado con datos de defunciones del Ministerio de Salud y del INE, entre los años 2002 y 2015, muestra que la tasa de suicidio del grupo de 20 a 39 años llegó a 12,5, mientras que para los adultos mayores de 60 años fue de 14.
Aunque en términos mediáticos, el suicidio adolescente parece tener más atención, las cifras hablan de una realidad distinta, que no habría sido enfrentada con campañas e información. A juicio de los especialistas, se normaliza el hecho de que adultos mayores quieran morir. Al respecto, la psicogeriatra Daniela González señala que “cuando empieza a haber dificultades como son las enfermedades terminales irreversibles, que generan una imposibilidad de abordarse económicamente, lo que se genera al final de cuentas es un tema de desesperanza enorme, y se instala el tema del suicidio como una salida honrosa”.
Del mismo modo, desde la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, su director José Miguel Aravena asegura que los principales factores del suicidio en adultos mayores son la soledad, la depresión, la dependencia y la morbilidad.
Los especialistas insisten en que el tema no tiene la preocupación que requiere y enfatizan que casi el 50% de los medicamentos que se recetan en la depresión son inapropiados en adultos mayores. Los estudios demuestran que la población con diagnóstico psiquiátrico tiene entre 6 y 30 veces más riesgo de suicidio que la población general. En estos casos, recomiendan visitas domiciliarias para darle seguimiento a los síntomas.
Pese al envejecimiento de la población en Chile, el suicidio en adultos mayores sigue sin convertirse en un problema prioritario. En esta línea, González enfatiza que es necesario “mejorar la red de apoyo social de los adultos mayores es uno de los factores que se ha demostrado es determinante en el tema depresivo”.