Dieta e Ingestión de líquidos:
Se ha sugerido que la prevalencia de la enfermedad digestiva está aumentando a causa de la dieta moderna sin fibras. Existen estudios que han demostrado que la fibra dietética influye en el tiempo de tránsito del intestino, el peso fecal y la frecuencia del movimiento intestinal. Esto está sustentado por el hecho de que los vegetarianos tienen una menor incidencia de estreñimiento. Sin embargo, otros factores, como la ingestión de calorías, pueden también influir en el desarrollo del estreñimiento. Asimismo, se ha citado como un factor de riesgo para el estreñimiento, estando la baja ingestión de líquidos ligada a un tránsito lento de colon y a una baja producción de deposición. Sin embargo, ha habido pocos estudios que hayan evaluado los efectos de la ingestión de líquidos sobre el estreñimiento.
Realización de ejercicios físicos:
Se ha demostrado que el estreñimiento prevalece más en gente que hace poco ejercicio, asociándose el mayor riesgo a personas en silla de ruedas o postradas en la cama.
Hábitos intestinales efectivos:
Algunos hábitos de aseo pueden contribuir al desarrollo del estreñimiento y, así, puede recomendarse el entrenamiento intestinal. Esto puede incluir:
• aprovechar el reflejo gastrocólico (ir al baño después de las comidas);
• ir al baño a la misma hora cada día (por ejemplo por las mañanas).
• asegurarse de que el aseo posee la altura adecuada, y utilizar elevadores o un taburete si es necesario.
• si se requiere, animar a la persona a sentarse con ambos pies apoyados en el suelo o sobre un taburete, inclinándose hacia adelante ligeramente de forma que el abdomen quede separado del cuerpo, y se relajen los músculos del suelo pélvico, ya que esto ayudará a minimizar la necesidad de ejercer presiónsión.
FUENTE: http://www.murciasalud.es/recursos/best_practice/1999_3_1_ESTRENYIMIENTO.pdf