¿Que es el ACV?
El ACV, popularmente llamado derrame cerebral, es la sigla para accidente cerebrovascular, el término médico usado cuando una parte del cerebro sufre infarto en general debido a una interrupción en la circulación de la sangre.
El ACV también puede ser llamado AVE (accidente vascular encefálico), una designación más correcta, ya que el encéfalo engloba no solo el cerebro, sino también el cerebelo, hipotálamo y el tronco cerebral, áreas del sistema nervioso central pasibles de sufrir infarto.
En este texto vamos a abordar 7 signos y síntomas clásicos del ACV que deben servir de alerta para el paciente procurar atención médica inmediatamente. La pronta atención en los casos de ACV es esencial ya que el tratamiento solamente es eficaz si iniciado en las primeras horas del infarto cerebral.
Síntomas del ACV
Debilidad en los miembros:
Un signo típico del ACV es la súbita debilidad asimétrica de los miembros. Generalmente la falta de fuerza acomete un brazo, una pierna o un brazo y una pierna en solamente un lado del cuerpo. La pérdida de fuerza motora puede variar desde una debilidad muy blanda hasta la parálisis total. Una discapacidad motora súbita y unilateral es típica.
No es común en el ACV ambas piernas o ambos brazos ser acometidos al mismo tiempo, con la misma intensidad. Adormecimiento, hormigueo o una sensación de leves pinchazos de agujas también pueden estar presentes.
La parálisis, o una casi parálisis, es fácilmente identificable por el paciente y sus familiares. La dificultad surge cuando la pérdida de fuerza es discreta. En este caso, se puede hacer una prueba simple. Levanta los brazos y los mantenga durante algunos segundos alineados a los hombros (posición de momia o sonámbulo). Si uno de los brazos empezar a caer involuntariamente, existe un gran indicio de debilidad motora. Se puede hacer la misma prueba con las piernas; basta sentar y levantar las piernas, dejando las rodillas estiradas.
La parálisis de los miembros suele surgir rápidamente, pero puede empezar solamente con hormigueos y ligera debilidad, evolucionando para una evidente pérdida de fuerza solamente después de algunas horas.
Confusión mental:
Una alteración del discurso también puede ocurrir por desorientación y confusión mental. El paciente puede perder la noción del tiempo, no sabiendo decir el año ni el mes que estamos. También puede quedarse desorientado espacialmente, no reconociendo el local donde está. Estas alteraciones son comunes en pequeños ACV en ancianos. Múltiples pequeños ACV pueden llevar a la demencia.
Alteraciones en la marcha:
El paciente con ACV puede tener dificultad en andar. Esta alteración de la marcha puede ser causada por desequilibrios, por disminución de la fuerza en una de las piernas o inclusive por alteraciones en la coordinación motora responsables del acto de andar. En este último caso el paciente mantiene la fuerza preservada en los miembros inferiores, pero anda de modo descoordinado y tiene dificultad en dar pasos.
Hay casos en que el ACV pode causar vértigos, haciendo con que el paciente no consiga andar por estar tonto. No obstante, lo más común es el paciente no sentirse mareado, pero todavía no tiene equilibrio al andar. En la realidad el paciente puede no conseguir ni mantenerse de pie parado, cayendo para los lados si no tiene apoyo.
Alteraciones del habla:
Otro signo típico del ACV es la alteración del habla y discurso. El paciente con ACV puede presentar una gama de disturbios que, al final, se caracterizan por una dificultad en hablar. Las dos alteraciones más comunes son la afasia y la disartria.
La afasia es la incapacidad del paciente en nombrar objetos y cosas. El paciente no consigue hablar normalmente pues no consigue decir nombres simples como colores, números y objetos. En algunos casos el paciente ni siquiera es capaz de repetir una palabra dicha por un familiar. Dependiendo de la afasia, el paciente puede conseguir pensar en el objeto, entender su significado, pero simplemente no sabe como decir su nombre. Es una pérdida del lenguaje verbal. El discurso puede quedar confuso visto que el paciente solamente consigue decir algunas palabras, siendo incapaz de decir otras.
Muchas veces el paciente también no consigue escribir el nombre de estos objetos. Existen tipos de afasia en que el paciente deja de comprender lo que algunas palabras significan, no consigue hablar, no entiende las personas y no consigue más entender lo que está escrito. En este caso el paciente pierde la habilidad del lenguaje globalmente.
La disartria es otro disturbio del habla y se presenta como una dificultad en articular las palabras. El paciente entiende todo, pero falta habilidad motora para mover los músculos del habla de modo a articular correctamente las palabras. El paciente consigue nombrar cosas, pero lo hace de modo enrollado, a veces incomprensible para quien está oyendo.
FUENTE: https://www.mdsaude.com/es/2015/10/acv.html