La retención de líquidos y una mala circulación sanguínea, entre otras causas, hacen que muchas personas mayores tengan los pies, los tobillos o las piernas hinchadas, pero si adoptas estos hábitos evitarás o reducirás la hinchazón.
Causas de la hinchazón de piernas en personas mayores
La sensación de hormigueo, de pesadez y cansancio en las piernas, son alteraciones que vienen asociadas con la hinchazón de piernas, un problema común entre los adultos mayores. La principal razón por la que aparece este trastorno es porque la circulación sanguínea no fluye como debería en las extremidades inferiores, lo que provoca que la sangre se acumule en esta zona del cuerpo. A su vez, la retención de líquidos también favorece dicha hinchazón.
La sangre circula por los vasos sanguíneos de todo el cuerpo. En ciertas partes del organismo, donde la fuerza de la gravedad dificulta el retorno de la sangre, las válvulas que se encuentran en el interior de las venas son las que se encargan de impulsar la sangre hacia arriba para que el flujo sanguíneo continúe su camino. Sin embargo, ciertas causas hacen que este sistema pueda fallar o no funcionar como debería en la tercera edad, lo que provoca que la sangre circule de forma más lenta y se estanque en las extremidades inferiores; es lo que se conoce como insuficiencia venosa.
A su vez, el sistema linfático también puede fallar al llegar a cierta edad, lo que provoca retención de líquidos, que se acumulan en las piernas y la zona abdominal.
Cuando surge uno de los dos problemas, o ambos se combinan, es cuando se ven y sienten estos efectos en las personas mayores:
Hinchazón en tobillos, rodillas y pantorrillas, especialmente a última hora del día.
Sensación de pesadez y cansancio en las piernas.
Hormigueo, picor, y calambres en las piernas.
Piernas enrojecidas y calientes al tacto.
Aparición de varices.