Descripción y principales síntomas de las enfermedades respiratorias más comunes entre las personas de avanzada edad.
Las enfermedades del sistema respiratorio son importantes en nuestro entorno y sobre todo en las personas mayores porque tienen un efecto directo en la salud y en la calidad de vida. En este artículo describimos las principales para que conozcas la sintomatología y posibles vías de mejora.
La EPOC
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), un grupo de enfermedades respiratorias que se caracterizan por una limitación irreversible del flujo aéreo, es sin duda la más importante. Varios estudios consideran que el año 2020 la EPOC será la quinta causa de años de vida perdidos y años de vida con discapacidad, después de las enfermedades del corazón, la depresión, los accidentes de tráfico y las enfermedades cerebrovasculares.
Fumar es la principal causa de EPOC. Otras causas menos frecuentes son las de origen genético, exposición laboral, tabaquismo pasivo, contaminación ambiental, hiperactividad bronquial o las infecciones respiratorias, aunque su importancia es muy reducida. Casi un 50% de las personas mayores fumadoras/exfumadores con síntomas respiratorios crónicos como la tos, expectoración y/o silbidos respiratorios pueden tener una EPOC. Existe una relación claramente identificada entre la exposición al tabaco y un deterioro de la función pulmonar.
Dejar de fumar frena la progresión de la enfermedad. Pero, además, disminuye el número y la gravedad de las agudizaciones / complicaciones. El ejercicio físico, la nutrición, la higiene, y las vacunaciones pueden reducir los efectos de la enfermedad.
La Gripe
Otra enfermedad respiratoria importante para la gente grande es la gripe, que a menudo se confunde con resfriados. Ambas cursan con tos, mocos, secreción nasal, dolor de cabeza o de cuello… pero la gripe tiene unos síntomas más pronunciados y se acompaña de fiebre alta y dolor muscular.
La gripe es una enfermedad vírica muy contagiosa. Las personas mayores tienen un riesgo más alto de sufrir complicaciones debido a la gripe. Como los virus de la gripe suelen cambiar cada año hay que vacunarse al inicio del otoño para prevenirla.
La Neumonía
La neumonía es una infección pulmonar que afecta a la vía respiratoria inferior. Puede estar provocada por bacterias, virus y en algún caso hongos (en pacientes con defensas bajas).
Hay varios factores de riesgo que favorecen la neumonía: la edad: 65 y mayores; la gripe u otras enfermedades respiratorias; enfermedades crónicas, tales como enfermedades del corazón o de los pulmones; neumonía por aspiración debido a problemas con la deglución; sistema inmunitario debilitado a causa del SIDA o quimioterapia; bronquitis crónica; desnutrición; el tabaco; personas expuestas a productos químicos (por ejemplo, trabajo en la construcción o la agricultura)…
Los síntomas varían dependiendo del tipo de neumonía, en la mayoría de casos predomina la fiebre y los escalofríos. El tratamiento de la neumonía depende de: tipos de neumonía, la gravedad de los síntomas y otros factores.
Para la neumonía bacteriana se dan antibióticos, mientras que para la neumonía viral los antibióticos no son efectivos.
En general recomendamos:
beber líquidos
alimentación saludable (el consumo de frutas y verduras)
medicación para bajar la temperatura, dolor y tos
y en casos severos hospitalización.
Algunas vacunas pueden prevenir la neumonía: La vacuna contra la gripe para las personas con alto riesgo de infecciones respiratorias, especialmente en los ancianos. La vacuna antineumocócica.
Recomendamos también evitar fumar, evitar el contacto cercano con personas, que están enfermas con gripe o resfriado y lavarse las manos después del contacto con personas infectadas.