Cómo cuidar la salud emocional de los adultos mayores
Cuidar de la salud emocional de los adultos mayores debe ser una tarea de todos. Tanto, cada uno de nosotros debemos procurarnos un futuro saludable en su amplio sentido, como hacer que nuestros padres y abuelos se sientan bien no sólo desde un aspecto físico sino también mental y emocional. Ello por un acto no sólo de amor, sino respeto y reconocimiento por lo que los adultos mayores aportan a nuestras vidas y a nuestra historia —tanto familiar como social—.
Desde la perspectiva de la ONU, podemos advertir cómo la población mundial aumenta su esperanza de vida y disminuye —especialmente en los países desarrollados— el nivel de natalidad, lo que indica que la población general está envejeciendo rápidamente. Según la organización, para el 2050 el 20% de la población mundial superará los 60 años.
Por ello, cada 1° de octubre se conmemora el Día de las Personas Mayores, fecha que da motivo a abrir la discusión respecto a los derechos y cuidados que debemos tener hacia las personas mayores, tanto a nivel de políticas públicas como en el seno de la familia —donde cada uno de nosotros más podemos hacer—.
“Lejos queda la imagen de las personas jubiladas que llevan una vida sedentaria. Cada vez son más quienes dedican su tiempo libre a los otros. La ONU asegura que ‘desempeñarán un papel cada vez más importante’ como voluntarios, mediante la transmisión de su experiencia, o como cuidadores de sus familias”.
Un ejemplo claro lo hemos visto hace unas semanas, en un video que circuló en redes sociales donde David Deutchman, de 82 años, pasa su tiempo en la sala de terapia intensiva de neonatos en un hospital de Atlanta, Estados Unidos, como soporte afectivo para bebés prematuros o enfermos y sus familias. Si quieres ver el video, haz clic aquí>>
Otro ejemplo de cómo las políticas públicas han logrado integran beneficiosamente a los adultos mayores es en Holanda, donde jóvenes estudiantes viven “gratuitamente” en residencias comunitarias para adultos mayores, a cambio de convivir y darles atención a los ancianos, al tiempo que éstos enseñan sus habilidades y experiencia a los jóvenes. Aquí puedes ver el video>>
Basten ambos ejemplos para hacernos evidente el potencial de integrar a los adultos mayores a la vida social y familiar, en lugar de abandonarlos en asilos, pues ésta suele ser una de las principales causas de depresión en la vejez e, incluso, de pensamientos suicidas.
CONDICIONES QUE AFECTAN AL ADULTO MAYOR
El apoyo y acompañamiento de los abuelos en el orden familiar se vuelve vital, puesto que es una manera de saberse valorados y motivados para enfrentar la vida. Por el contrario, las crisis por enfermedad y las tensiones acumuladas ante ello, acentuadas por el sentimiento de soledad y poca valía, pueden mermar severamente la salud mental del adulto mayor. Especialmente ante sucesos como:
Enfermedad crónica-degenerativa que obligan a cambiar su forma de vida.
Perdida de un ser querido o pareja.
Soledad y aislamiento.
Problemas y estrés por situación económica.
Depresión.
Estas condiciones pueden desencadenar padecimientos que se manifiesten con dolencias físicas y enfermedades, pero también problemas de salud emocional que, aun cuando sean frecuentes en la edad adulta, no son normales y deben ser tratadas: depresión, anorexia, ansiedad, insomnio y otras alteraciones del sueño, miedo generalizado y malestar general o inquietud.
Los abuelos o padres en situaciones como éstas requieren de apoyo, cuidado y atención, que los preserve de estos padecimientos que, desgraciadamente, muchos sufren en silencio porque creen que nadie los tomará en cuenta, y que no deberían ser un limitante para la vida en plenitud.
¿Cómo colaboro para mejorar la salud emocional del adulto mayor?
LO BÁSICO: Contribuir a conservar la salud mental en las personas mayores es sencillo si partimos de lo básico que requiere un ser humano: procurarles una buena alimentación, motivarlos a la realización de ejercicio físico y mental, así como evitar el aislamiento de las personas adultas.
Este último punto será la clave particular para evitar pérdida de la autoestima, depresión, pensamientos suicidas y ansiedad, por ejemplo.
1. EVITAR EL AISLAMIENTO: Antes de trabajar sobre el aislamiento, debemos poner atención en un buen análisis de salud de las personas mayores: identificar enfermedades y dolencias reales, contrarrestando el diagnóstico con una posible depresión; valorar las capacidades cognitivas de la persona, así como la capacidad motora y debilidad para luego generar un ambiente adecuado para cada adulto mayor.
2. FOMENTAR LA AUTONOMÍA: Este análisis previo permitirá evaluar el nivel de dependencia o autonomía de cada uno, las necesidades específicas de tratamientos de salud o equipo auxiliar como andaderas, rampas etc. Luego se podrá determinar, en este contexto, cómo ayudarles a mantener su autonomía dentro de lo posible.
Recordemos que uno de los principales motivos de depresión del adulto mayor es la sensación de inutilidad. Cuando sienten que estorban o que no son útiles en el entorno familiar y social su autoestima decae, así como su buen ánimo, hasta la depresión.
Ayudarles a que se sientan útiles y autosuficientes será fundamental para mantener su salud emocional.
3. PEDIR AYUDA: Pídeles ayuda para tareas específicas que puedan realizar sin problemas o riesgos, prepara algún alimento, enseñar alguna manualidad, arreglar algo, contar cuentos a los niños, etc. Eso los mantendrá motivados, de buen ánimo y mejorará su autoestima.
4. ACTIVIDAD FÍSICA Y MENTALMENTE: Es importante generar en ellos una rutina que les dé estabilidad, y que incluya alguna clase de ejercicio físico, así como estimulación mental: caminar en el jardín —si su motricidad es limitada— por ejemplo; resolver crucigramas, leer, aprender una nueva disciplina.
5. ROMPER LA MONOTONÍA: Si bien los adultos mayores tienden a las rutinas, uno de los principales problemas es que la monotonía puede influir negativamente en su estado de ánimo. Por ello hay que integrarlos a participar en actividades familiares, en clubes sociales y con sus amigos. Hacer que tengan diferentes actividades promoverá una buena salud mental.
Evitar las actividades las pasivas o rutinarias que no presenten un desafío a nivel cerebral.
6. FOMENTAR LA AMISTAD: La depresión y los problemas de salud pueden llevarlos a alejarse de sus amigos, si aún los tienen (muchas veces se van quedando solos por la muerte de éstos y resulta más difícil sobre llevar la soledad). Es importante fomentar el encuentro con sus amigos, reunirlos, hacer que hablen por teléfono e incluso que escriban e-mails.
7. RECORDAR: los adultos mayores tienen a contar sus recuerdos una y otra vez. Es importante escucharlos porque, a veces, sienten que es lo único “lindo” que les queda. Observan el futuro como algo incierto, el presente a veces se presenta sin sentido; el pasado siempre parece mejor. Si se cuenta el mismo relato, se le puede motivar a escribir sus memorias para dejarlas como legado. Estas son alguna de las cosas que en familia podemos hacer para mantener la salud emocional de los adultos mayores. Aunque siempre será importante la valoración de un profesional de la salud mental y, en caso de ser necesario, un tratamiento adecuado. JORGE DOMINGUEZ