El lenguaje construye realidades y las personas de la tercera edad no están libres de este fenómeno.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al edadismo como "los estereotipos, los prejuicios y la discriminación contra las personas debido a su edad". Este tipo de actos se pueden desencadenar por acciones directas o indirectas generando exclusión, diferencia y segregación hacia a un individuo.
En ocasiones se suele utilizar o escuchar términos tales como: “abuelitas”, “abuelitos”, “dependientes”, “jubilados”, “viejitos”, los cuales hacen referencia a un grupo etario, sin cuestionar siquiera si todas aquellas personas mayores tienen realmente nietos, poseen autonomía o si están en condición de retiro.
En ciertos casos, estos tipos de designaciones son expresadas en modo de cariño y bien intencionadas, las cuales intentan apelar a la empatía y proximidad con una persona mayor, no obstante, inducen a una generalización e invisibiliza su propia heterogeneidad, perpetuando caricaturas del proceso de envejecimiento.
La psicogerontóloga chilena y presidenta de la Fundación GeroActivismo, Agnieszka Bozanic, afirmó que “Uno de los estereotipos más comunes es pensar que las personas mayores son todas iguales, sin embargo, es el grupo más heterogéneo que existe.”.
Por otro lado, según datos expuestos por la OMS, “La discriminación por motivos de edad provoca menores niveles de autonomía, productividad y mayor estrés cardiovascular”
Distintos sectores donde hay presencia de edadismo:
Salud: Las actitudes negativas hacia un adulto mayor se pueden dar en los centros de salud y asistencia social.
Según la OMS, “algunos prejuicios se basan en el deterioro biológico observable y podrían estar distorsionadas por las ideas acerca de trastornos como la demencia, que a veces se consideran erróneamente como expresiones del envejecimiento normal.”
Trabajo: El edadismo en el trabajo surge a raíz de prejuicios y suposiciones estereotipadas hacia los trabajadores con más edad. Este tipo de discriminación se basa en la idea que las personas trabajan mejor o peor en función de la edad que posee. A partir de una determinada edad se asume que hay menos efectividad y que trabajamos menos.
La discriminación en el trabajo también se acompaña de otras creencias estereotipadas, como que más allá de una determinada edad no hay capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías, entre otros supuestos.
Ámbito familiar: En ocasiones es la propia familia quien realiza etiquetas generalizadas. Con eso viene la idea de que ya no es útil o no puede hacer nada. En estos casos se presenta como una “carga”, siendo en algunas situaciones es una persona totalmente autónoma, generando segregación. Por otro, las terminaciones utilizadas para referirse a la persona pueden caer en etiquetas negativas tales como viejo o vieja.
Financiero: En este punto, se puede caer en la negativa que la persona mayor presenta problemáticas económicas, poniéndolo en una situación de “carga”. Por otro lado también se puede presentar la circunstancia donde la familia, amigos o conocidos manejan el dinero de un adulto mayor quitándole autonomía, si es que la persona no lo requiere.
Cómo combatir la discriminación por motivos de edad
Según información entregada por la OMS, se debe inculcar a todas las generaciones una nueva forma de entender el envejecimiento, el cual puede basarse en conceptualizaciones anticuadas fundamentadas en que son una “carga”. “Es necesario aceptar la amplia diversidad de la experiencia de la edad avanzada, reconocer las inequidades que a menudo subyacen a ella y estar dispuestos a preguntarnos cómo podrían hacerse mejor las cosas.”
La OMS entrega algunas recomendaciones para ayudar a combatir la discriminación por motivos de edad:
· Realizar campañas de comunicación para que los medios, el público en general, las instancias normativas, los empleadores y los proveedores de servicios tengan una información más precisa sobre el envejecimiento y lo comprendan mejor.
· Legislar contra la discriminación por motivos de edad.
· Transmitir a través de los medios de comunicación una visión equilibrada del envejecimiento.
Por otro lado, una forma de luchar contra este tipo de discriminación es a través del lenguaje. Aquí les dejamos un cuadro hecho por la Subsecretaría de Salud Pública de Chile con las expresiones en uso y desuso al hablar de personas mayores
La idea es dejar de utilizar cargas y valoraciones de ningún tipo hacia las personas mayores. Dejar de caricaturizar como una constante carga para la sociedad, ya que en un futuro varios llegarán a la vejez y querrán ser tratados de buena forma.
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